León Gieco
estrenó, a fines de marzo, su primera película como director. Se trata de
“Mundo Alas”, que registra la gira por diferentes provincias de un grupo de
jóvenes artistas con capacidades diferentes que comparten escenario con el autor
de temas emblemáticos del cancionero popular. Algunos de ellos, también, participaron
junto a él del Festival de la Canción Social
que se realizó, el pasado 24 de marzo, en el predio donde funcionaba la ESMA , en repudio al Golpe
militar. Aquí, las palabras de León, sus amigos y una breve crónica de uno de
esos días difíciles de olvidar.
Por Luis Zarranz
Del otro lado de la puerta, León Gieco está conversando
con los artistas que son parte de “Mundo Alas”, minutos antes de salir al
escenario. De este lado, más de quince mil personas aguardan la presentación en
el lugar más representativo del horror de la última dictadura militar: el
predio donde funcionaba la
Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Es 24 de marzo, se cumplen 33 años del golpe cívico-militar
y la Asociación Madres
de Plaza de Mayo decidió recordarlo y repudiarlo a través del Primer Festival
de la Canción Social ,
llevado a cabo en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), que Ellas han
convertido en un espacio de sueños compartidos. Se trata de un ámbito donde, aunque
resulte increíble, la vida venció a la muerte: tan extraordinario como esas
Madres paridas por sus Hijos.
Aquí, dentro del predio de lo que fue la ESMA en el sector donde funcionaba el
Liceo Militar, puede verse, casi que en un abrir y cerrar de ojos, la titánica
lucha emprendida, que posibilita que el espacio antes gobernado por los
enemigos, esté ahora poblado por artistas, jóvenes, adultos, banderas, puños
apretados, utopías frescas…
Allí, en una de las aulas del ECuNHi improvisadas de
camarín, León Gieco está ultimando los detalles de lo que será su show con los
integrantes de su nuevo proyecto: “Mundo Alas”. Se trata de una película de
nombre homónimo, estrenada en marzo, pero que también incluye un disco, el
libro “Cuento con Alas” de las músicoterapeutas Patricia Knopf y Silvina
Mansilla, un libro de fotos, la serie de televisión “Una Gira
Diferente” que se emitirá por el canal Encuentro y la gira 2009 que realizará “Mundo
Alas” por toda la
Argentina.
Los protagonistas de semejante propuesta son un grupo de
artistas (músicos, cantantes, bailarines, pintores) con capacidades diferentes que expresan y comunican su mirada del
mundo: aquello que les preocupa, que los anima, que los inspira, en un show que
combina música, danza y pintura. La película es lo que suele denominarse como “road
movie”: el viaje de este grupo de personas, que muestran su arte junto a la
experiencia de León, a lo largo de una gira por diferentes provincias
argentinas.
Desde este lado de la puerta, donde espero la
autorización para conversar unos minutos con ellos antes de que salgan a dar el
show, alcanzo a ver una escena absolutamente distinta a lo que uno se imagina
que un artista (en este caso, varios) hace antes de subir al escenario.
No se ven nervios. Hay risas.
Se ven sándwiches, que desaparecen velozmente.
No hay histeria, no hay prisa, no hay corridas, no hay
vedettismos.
Mientras me otorgan el privilegio de ingresar unos
minutos registro, a través de la palma de mi mano sudorosa, todo lo que me
genera estar frente al que es no sólo uno de los más grandes músicos y artistas
del continente, sino también el hombre que es todo coherencia, todo compromiso:
cualidades, ambas, en vías de extinción en la inmensa mayoría de los mortales.
Sus primeras palabras, incluso antes de que nos
saludemos, son éstas: “Quiero que hables también con mis invitados, ellos son
mi banda, viste”. Un golpe mortal, una definición certera contra el estrellato.
No tenemos mucho tiempo, nos dicen, mientras se filtra la
voz que proviene de los parlantes, que ya lo anuncia a él y a sus amigos.
Entonces el León comienza a rugir las palabras que lleva adentro.
-¿Qué significa tocar
en una fecha como ésta, en un lugar cómo éste?
-Creo que vale la pena vivir para ver esta lucha. Este
desembarco de las Madres acá me parece que es representativo de lo que es su
lucha: un ejemplo mundial de lucha.
Luego, se entremete con la impunidad: “La pirámide de
leyes se va a tener que desmoronar en algún momento porque no alcanza para
hacer justicia en este país. No puedo creer que la justicia sea tan endeble
que 33 años después haya militares que no han sido enjuiciados. Pero también hay
que pensar que en otros lados del mundo, como España, lo tomaron como una
guerra y taparon todo”. “Sea como sea –agrega- con esa pirámide endeble de
leyes que se prenden y se van agarrando entre ellas a veces no sirve. Por eso
la gente, a nivel popular, pide justicia por mano propia porque las
leyes son terribles, porque las hacen los hombres y los hombres pifian
permanentemente”, afirma.
De ahí a tomar partido en lo que los medios y algunas
figuras mediáticas impusieron como debate (“el que mata tiene que morir”), hay
un segundo: “Eso es una irresponsabilidad total porque todos los países que
tienen pena de muerte son los países más violentos del mundo: no
soluciona nada. Nadie sabe qué es la pena de muerte porque de cinco millones de
enjuiciados de pronto hay dos que la reciben. La gente que habló
en realidad habló de justicia con tus propias manos, es un ojo por ojo, diente
por diente, es terrorífico, es una irresponsabilidad total. Me permitiría
decir que para la solución de la inseguridad, hay que hablar de trabajo, hay
que hablar de justicia, hay que hablar de cultura, hay que hablar de educación,
de salud”, argumenta con notable sentido común. “Hay que hablar de eso, flaco,
qué pena de muerte, están locos…”, dice ya sin tapujos.
-¿Y cómo es ese
“Mundo Alas” que propones en esta película en la que sos director, León?
-“Mundo Alas” es una especie de bálsamo dentro de la
realidad nacional. Es como ir al psicólogo, es olvidarte durante una hora y
media de quién sos vos. Es tan fuerte lo que pasa ahí, en esa película, que
lográs ser un integrante más de “Mundo Alas”, que descansas durante una hora y
media de la inseguridad, de la pena de muerte, de las rutas cortadas por los
del ‘campo’, te olvidas de quién sos, te saca de lo cotidiano. La gente sale
muy conmocionada y lo ve como algo muy original
Cuando uno quiere meterse en los orígenes de este
proyecto, en los entretelones de su rol de director, León se corre de escena
para darles lugar a los que juzga son los protagonistas de ese mundo alado. “Los
que hicieron esto, fueron ellos, los artistas que trabajan en la película.
Ellos fueron los que elaboraron y edificaron este ‘Mundo Alas’. Magoya Films
(la productora) y León Gieco, que es un tipo conocido, pusimos los hierros del
puente para que estos artísticas crucen y logren radicarse en un lugar
privilegiado que es una película, un libro, un disco (en el caso de los
cantantes) y una serie de actuaciones que vamos a hacer durante este año”.
Uno entiende que debe dejar de lado la admiración y el entusiasmo
que le provoca la conversación con León para dialogar, en el poco tiempo que
tenemos, con los que conforman ese mundo mágico registrado en la película.
Demián Frontera es uno de ellos.
Es bailarín e integrante del Grupo ALMA, que promueve el
Proyecto de Danza Integradora. Ha realizado decenas de presentaciones en la Argentina y el exterior.
De familia de deportistas, desde muy chico se especializó en gimnasia
deportiva. A los 14 años, durante un entrenamiento, sufrió un accidente que lo
dejó sin movilidad del
pecho para abajo. Luego de años de rehabilitación, volvió al deporte y llegó a
representar a nuestro país en natación. Ahora, baila arriba del escenario
distintos temas del repertorio Gieco.
“Para mí ‘Mundo Alas’ es una celebración: es el corolario
a doce años de trayectoria, es lo mejor de mi carrera artística, es más estar
en paz con la vida. Que ustedes vean que bailo significa que antes hubo años de
rehabilitación, de dolor, de tristeza, de introspección y ahora me parece que
aflora ese dolor y del dolor nacen las alegrías”.
Las palabras salen de su boca y antes de entrar al
grabador dan una vuelta por este “camarín” que en otras épocas supo, como pocos
lugares, qué es eso del dolor.
-¿Y qué
significa León para vos?
-León es marca registrada de humanidad. Lo demás, ya lo
sabemos: es un tipo coherente, sensible, sencillo, respetuoso, responsable.
Algo muy lindo que tiene León, es que todavía no perdió la capacidad de asombro
y no es prejuicioso.
Damián resume en pocas palabras los atributos que gran
parte de la sociedad reconoce en la figura de Gieco Desde afuera, donde está
montado el escenario, alcanzan a escucharse las palabras mágicas que nos
indican que se acabó el tiempo: “Con nosotros, León Gieeecoooo”.
León encabeza la fila mientras prueba por última vez una
de sus armónicas. Damián y Alejandro Davio, compositor y excelente interprete
de los temas de León, van detrás suyo en la fila que encara el escenario, en
medio de cientos de aplausos que se multiplican y que evocan la salida al campo
de juego del equipo de tus amores.
La imagen es antológica. León en el escenario y abajo,
las Madres y quince mil personas que gritan por él y por los 30.000 que también
están presentes.
“La colina de la vida”, en voces de León y Alejandro,
marca el inicio de un show que difícilmente se nos escape del recuerdo.
Alejandro, que nació con hidrocefalia congénita y fue sometido a 17 operaciones
en el Hospital Garrahan, capta las miradas no sólo por su encomiable esfuerzo
superador, sino por el carisma que emite desde el escenario. “Sigamos
luchando”, grita, y la emoción grita dentro de cada uno de los presentes.
León toca, cuenta anécdotas de sus comienzos, habla de
Charly, de Santaolalla, de aquellos viejos tiempos, presenta a sus amigos y
luego cede el escenario a los amigos de Arbolito, para aguardar el cierre del
Festival que ofrecen ambos: cinco temas del autor de “Sólo le pido a Dios” que
la banda de folclore y rock, y el propio Gieco, interpretan como si tocaran
juntos desde siempre.
Previo a eso veo otra imagen made in León: Arbolito haciendo
saltar y bailar cada parte de nuestro cuerpo, y sobre uno de los laterales del
escenario el juglar de Santa Fe los está aplaudiendo y escuchando atentamente.
Otro golpe a la mandíbula para aquellos que tienen aire de estrellas.
El cierre es, se dijo, uno de esos momentos de absoluta
intensidad que se prenden en la retina. No hay tiempo para mucho más, salvo
para que Pedro Borgobello, que toca la clarineta y la quena en Arbolito, mande
saludos a todos los integrantes de esta revista y que exprese lo importante que
es tocar en este lugar y junto a León, uno de sus referentes.
¿Cuál fue el final? Ninguno.
Este tipo de actividades, dentro de uno, jamás terminan.
Y mucho menos cuando el universo León ya desplegó sus alas para que podamos
volar hacia ese otro mundo posible y urgente, que existe mucho más allá de la
película.
Hoy pudimos verlo.
Haremos lo imposible para que mañana, y todos los días,
siga en cartel.
(Publicada en la revista "Al Margen", Bariloche, Río Negro, abril-mayo 2009)
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