No es común
que un proyecto editorial autogestivo cumpla tres años. Suele pasar, lamentablemente,
todo lo contrario.
¿Por qué una
revista como Al Margen tiene la suerte de soplar tres velitas y aspirar a
seguir cumpliendo sueños?
La principal
respuesta, la que quizás sustente a las demás, es que Al Margen no es sólo una
revista. Es un proyecto mucho más amplio que apunta no sólo a convertir en
formato periodístico muchas realidades invisibilizadas, sino que tiene como objetivo
modificar esa realidad a través de la práctica cotidiana.
Con la mano
tendida a quienes muchas veces no encuentran una actitud similar, creando
talleres de capacitación, caminando los barrios, ofreciendo una posibilidad
laboral, intentando solidarizarnos de igual a igual y no de arriba hacia abajo.
Sabemos que,
por suerte, no somos los únicos. Somos muchos los que decidimos transitar este
camino. Y son muchos los lectores que compran la revista pensando más en el
proyecto que en lo que vayan a encontrar dentro de ella.
Ellos,
ustedes, son también parte de este colectivo. Gracias a su solidaridad, su
buena predisposición, su compromiso.
Eso nos
enorgullece. Pero a otros, parece, los perturba. Por eso detienen a compañeros,
a los que tratan como asesinos seriales, como se trata a la mayoría de los
detenidos en este país.
Ustedes y
nosotros tenemos sueños. No nos arrepentimos de los sueños que soñamos. Que de
una vez por todas quede claro.
Vamos detrás
de esas utopías, porque sin ellas no podríamos vivir. Como diría Joan Manuel
Serrat: “La vida sin utopías sería un ensayo para la muerte”.
Queda claro
que el camino que elegimos, tiene un costo. Elegimos el más largo. El más
difícil, el más empinado. Pero es el único, que tanto usted como nosotros,
podíamos elegir.
Los otros
caminos, las otras vías, -a no dudarlo- también tienen un costo. ¿Pueden ellos,
mirar a los ojos a los demás sin sentir un dejo de vergüenza?
Nosotros
sentimos un inmenso orgullo de ser parte de este proyecto que con aciertos y
errores intenta seguir adelante. Eso da placer, en tiempos donde el placer
juega a las escondidas.
Está revista
está hecha para los que el sistema empuja Al Margen. Está hecha, en realidad,
para empujar al sistema y que sea él, el único marginado.
El sistema
que no da de comer, tampoco da de amar.
Para eso
nacimos, Y por eso estamos juntos con ustedes.
Para
erradicar el hambre de pan y el hambre de abrazos.
(Publicada como nota editorial de la revista "Al Margen", mayo 2007)
No hay comentarios:
Publicar un comentario